EL
JEFE
Gonzalo trabajaba en la redacción de un
periódico de gran tirada. Su jefe inmediato, le mandaba cubrir reportajes
mediocres de escaso valor periodístico. A la contra, a sus compañeros les
ofrecía trabajos sustanciosos, de gran repercusión social que les hacía ganar
prestigio dándose a conocer ante los lectores de prensa como grandes genios
periodísticos.
Gonzalo
se sentía un pelele, una marioneta dirigida por las manos expertas de un saltimbanqui que no le
importaba zarandearle a diestro y siniestro sin piedad.
Muchas veces Gonzalo había barajado la idea de
abandonar la profesión que con tanto esfuerzo había logrado obtener, pero se
repetía una y otra vez que aquel oficio le gustaba, que hasta el momento no
había tenido suerte, que quizás un día se levantaría y encontraría esa noticia
que le llevara a ser conocido y reconocido y le empujaría a salir de la
mediocridad, quizás llegaría el día de devolverle al sucio y engreído de su jefe todo el veneno que le estaba haciendo
tragar. Pero pasaba el tiempo ese día no llegaba.
Una noche en la soledad de su apartamento se dijo,
mañana seré noticia, mi nombre aparecerá en la primera página de mi periódico.
Cogió el teléfono y marcó.
Ringgg ringgg. Una voz se escuchó al otro
lado de la línea. “Dígame”. -Hola buenas
noches señor, ¿El señor Marcial?
“Si sí, dígame”.
- Soy Gonzalo, le llamo para decirle quéee -Hola
Gonzalo precisamente estaba pensando en usted, tengo un trabajillo para mañana,
a primera hora digamos las siete de la mañana tiene que estar ennn Espere
espere jefe. Me temo que no podre realizar ese trabajo que me ofrece, tengo una
noticia que quizás pueda ser importante para usted y merezca un titular en
mayúsculas en primera página.
Venga mañana
a mi apartamento muy temprano.
Al día siguiente, en primera página del
prestigioso periódico se podía leer en letras grandes.
Hoy,
nuestro diario está de luto, nuestro colaborador y querido amigo, el periodista
Gonzalo Villalta ha aparecido muerto en su domicilio. Estamos a la espera de
los resultados que den la autopsia para esclarecer la causa de su muerte.
A.
RUEDA
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