lunes, 1 de noviembre de 2010

EL MILAGRO DE LA VIDA
Un diminuto ser con su  carita de ángel
Con un cuerpecito frágil a acabado de nacer.
Su corta vida discurre entre pañales y llanto
 sonrisas tiernas y frescas,
florecen en sus bellos labios.

Hay quien se atreve a decir que la felicidad no existe,
pero yo lo pongo en duda,
al observar a la madre, arropando aquella cuna

no lo cambiaría por nada, la sensación que ella siente,
el corazón se le sale lo besa lo estruja
al decir sus primeras palabras solo ella las entiende
que placer sienten los niños
 cuando los arropa los arropa su madre.
A RUEDA  31  /  10  /  2010





  


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